Fondo y forma

Andaba yo musitando no se que reflexiones sobre el cansino tema del éxito social cuando una verdad se me iba revelando con sencillez. El autobús asomaba al final de la avenida del mediterraneo: soy una mujer más segura ahora, que gestiona con más tino y eficacia la intendencia de la vida, que ata cabos, habla solventemente en tres idiomas y maneja con resolución el proceloso mundo de la idea pero también el de la frase y el adorno. Ética y estética, fondo y forma mejorados, hacen que una se sienta más coherente y elegante y pierda fácilmente la mirada calle abajo sin la compañía del miedo, la nostalgia o el complejo.
Todo esto ocurre cuando aparece Caradeajo en la re-entreé del 14 y lo hace con un fular casi idéntico a uno que compré el verano pasado, una monada ligera con una tira bordada en lugar de flecos. Algo "in", "trendy", un "must" que diría el Vogue. Pero a mí la coincidencia fashionista me acerca a Caradeajo, estrecha nuestras órbitas, nos asemeja o al menos me anima a burlar el estigma que la ata al rictus de insatisfacción que he mirado estos meses (tal vez como correlato de mi propio rictus).
Frusilerías y grandes asertos. Las cosas parecen igual, inmutables, entre los asideros, las bolsas del almuerzo y los plateneros del Paseo del Padro (¡No a la tala!). El escenario permanece pero el resto de viajeros ignoran que yo no soy la misma, persuadida como lo estoy de la eventualidad del éxito fácil y segura de lo costoso de la ascensión emprendida, repleta de retos y chascos aguardando sin prisa.
No me da pereza, aunque aplaca el ánimo y lo vuelve adulto y razonable y lo adjetiva, haciéndose argumental, elaborado, comprometido.
Lo que estoy viviendo no es un fracaso (aunque estéticamente se le parezca), es la necesaria gimnasia que curte cuerpo y alma y nos devuelve en agilidad lo sufrido como literatura salida de las carreras a Murakami (De que hablo cuando hablo de correr).
Mi vida empieza un capítulo de una película que quiero ver. Una de Isabel Coixet o Sofia Coppola, con hilo conductor secundario, primacia de diálogos, luego silencio, como la música, con fotografía intimista llena de ojos que miran, de gotas que caen, de luz que entra o que sale, pasos que caminan, párpados que duermen...¡Acción!

Comentarios

  1. Si que eres la misma, es de lo mejor que tienes, que sigues siendo la misma...

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