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Mostrando entradas de diciembre, 2010

Lo que somos

Me miro de lejos, desdibujada pero avanzo a zancadas de aplomo ochentero con mis botas de montar. Me miro por dentro, también desde los abismos interiores, las galaxias de los chakras y los flujos. Soy muy distinta, tanto que la imagen de mí adquiere la textura del recuerdo, pictogramas de la susa sentada en el suelo frío de la facul , más delgada y enroscando como una boa las piernas juveniles. Soy susanita , avanzado feliz y autocrítica , atravesando los patios del parlamento andaluz, sabedora de que nunca trabajaría en un lugar tan hermoso. Soy Susana la profesora que viaja en ave y prepara oposiciones en el tramo Puertollano -Madrid, que quiere ponerse a prueba, que ríe histrionicamente y fuma sin parar. Soy yo, pese a todo, la que sigue haciendo comedia en las sobremesas, la que analiza causas probables y sintetiza diagnósticos, la diseñadora de proyectos, la que quiere volar. Soy la payasa , la cocinera, la mamita que cura las pupas a besos, la que inventa pócimas para la

Heima

Hay lugares que invaden a las personas que viven en ellos. Y viceversa: hay tendencias humanas a vivir a través del paisaje y a evocarlo en las palabras, las danzas o las canciones. Es de lo que trata la película "Heima" de los islandeses Sigur Ros. "Heima" significa casa y es una gran y blanca metáfora de como una tierra llega a convertirse en notas como copos de nieve, gotas de agua y ráfagas de viento. En el fondo era una nostalgia similar a los paisajes perdidos del nacionalismo, sólo que en una versión panteista con banda sonora de instrumentos primitivos y algún que otro juguete (by the way no os perdais a Enrique Amigó en Esfumato) Pero quienes os acerqueis a Sigur Ros debereis saber que rezuman tristeza aunque a cambio nos ofrecen una experiencia vital colectiva bastante poco adulterada. El resultado es el atrevimiento de un puñado de tímidos patológicos de sentir la vida, sus vidas, y ofrecerlas públicamente en mitad de los frios páramos y los glaciares. Me