Medias, medianas y grandes hombres
Ayer murió Adolfo Suarez...y bueno me disponía a escribir alguna reflexión a propósito de este hombre que logró lo imposible: convertirse en un referente a izquierda y a derecha...Me venían reiteradamente a la mente palabras como concordia, transición, consenso, centro político, elegancia, atractivo, libertades... En definitiva, si seguía el influjo de lo que había escuchado estos días no iba a decir nada que no estuviera ya manido. Articularía lugares comunes del político que vivió entre dos mundos y dos épocas y fue amado primero por todos y abandonado después por esos mismos, una vez que cumplió con su cometido de hombre bisagra. Lo cierto es que Suarez dejó en general un buen sabor de boca en casi todas las bocas y eso le valió que nadie dijera a su muerte otra cosa que todas esas cosas amables con las que empezaba el post. Pero resulta que otro periodista que como yo no tenía ganas de repetirse añadió una nueva idea, una perífrasis que permite entrar y salir del tema como a tra