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Mostrando entradas de octubre, 2009

Inner Fight

Grito, relincho, cacareo Pues animal soy Que acepta sus crines Su cresta, su garganta. Lucho, me bato Arcipreste y contorsionista Gallo de pelea. Aprieto las quijadas Caballo de llanuras astures Sin riendas. Animal inquieto resoplando Y niña encogida en frías cuevas. Grito, relincho, cacareo Y tan sólo sueño mi pasto tierno El viento del norte Mi humana mitad Mi corazón de aguacero.

Las malas lenguas

Dicen las malas lenguas Deslenguadas y perversas Ajenas y sectarias Que en la casa Hay pelusa en los rincones Que la moqueta verde está ajada Pegajosa de juegos y atropellos, Que reina allí, dicen ellas, las lengüinas, la anarquía y el tropel de quehaceres siempre pendientes de un hilo mal hilvanado. Dicen todo eso, Esas lenguas lengüinas ignorantes Heridas de dolor infantil curado a tortas Lenguas resentidas de triunfo insuficiente. Ellas no saben Que en casa La inocencia salvó nuestras vidas El juego experto en la vieja moqueta Y el tiempo ganado de niños Sin limpiar pelusas Que luego duelen más en el alma Que el suelo.

Búsquedas subacuáticas

He buceado el alma como un animal inquieto Con apariencia de paz y párpados mecánicos Como si me apretara la escafandra del recuerdo Hubo tiempos fáciles de versos corridos De lágrimas rodando en manantial silente Aún entonces las lágrimas eran augurios Y corrían libres y presas de su causa. Comprendo que busco como en un desván Los cacharros perdidos de un mundo submarino. Estoy rodeada de certezas firmes Y de miedos tiesos pétreos como estatuas Y miro mi paisaje común Caballitos de mar Hipocampos Y colores poliformes Como versos que tengo enroscados al cuello fantasma.

Los héroes caidos

Que gran engaño es crecer Y ver caer a nuestros héroes en aceras opacas tornasoladas como a simples hombres. Que decepción cuando se busca Se indaga La esencia de las cosas Puras tibias transparentes Y no encontramos Sino cojas mentiras Verdades inocentes Y caemos En el picado abismo Y como dudas De carne y hueso De frío y rubor Viendo las cosas Los mundos Y los héroes reducidos a una calle llena de gente perdida neutra indescifrable.

La tregua

No es que me cruce de bazos Y saque mi vestidito de conformista Que me hace sentir en paz. No se trata de dejar la lucha Porque no valga la pena Ni porque se haya ganado la guerra No. Los sucesos insidiosos tristes Evanescentes importantes Siguen aquí Junto al resto de cosas Que aparto temporalmente En señal de tregua.

Caótica

Cuan difícil es a veces Tras horas y días De estómagos titilantes De hipotélamos trémulos De párpados enfebrecidos Ordenar los ciclos Agrupando como colecciones Como compendios Como enciclopedias Con sus tapas bien cosidas Y sus índices imaginarios Las cosas vividas. Cuando difícil despreciar De un trabajo racional Esquizofrénico Los detalles superfluos Los colaterales Los anexos. Dificultad mayor no hay Sino aquella que ignora De la vida entera La comprensión fugaz De los lugares entrópicos Las cajitas de recuerdos Los momentos despreciados Las hojas de un libro viejo Perdidas Perdidas Perdidas Perdidas

Despedida

De acá para allá Como una hoja ínfima Libre como un tierno papel Liviano como un poso de café No se cuando Un día cualquiera Cuando el viento sople lo bastante Y sea como dejarse llevar En el amor Volaré. Llegará ese día Como otras veces Y seducida Maravillada al mundo me arrojaré y aterida de vértigo inmenso como una piedra cualquiera al borde de un precipicio no sé cuando cuando me aburra de pastar justo al lado del abismo saltaré. Y un día de estos Me habré ido Y con suerte serás consciente De mi naturaleza finita Del confín del tiempo Y la premura del abrazo Que tal vez Hubiera logrado Retenerme. (Porque somos también todo lo que hemos perdido)

Maldito cabrón

Si fueras alma. Las almas no tienen confín Ni riendas Si fueras alma Desasido del mundo Volador Si fueras alma Que no paga impuestos Ni vota Ni grita puta Si fueras alma extensa, Dolor y ansia, Miedo de niños, Todo sería perdonable Por amor Como tú dices. Pero tu alma linda Está maltratada Por ese ser que eres Que la ahoga Por tu carne de despiece Y feos confines Donde la habitas Si fueras alma Hace tiempo Que habrías dejado El muro frío de fantasma Para ser hombre.

Valientes

Si me quito la mordaza Hoy Los zapatitos de valiente La amargura del corazón De la almendra Del que juega a hacerse el fuerte Si me quito el freno Y me deshilacho Si me suelto las venas Y vuelo como un pájaro. Si pierdo el miedo a morir De duda y de fracaso Si sigo caminando Como si cada paso Mereciera la pena No pensaría un segundo más Aplastado como un botón Neutro como un segundo Este segundo de pregunta metódica De reflexión insomne Y filosófica pausa. Pero hoy sé más cosas Hoy estoy más cerca del alma ajena y de la mía de la facilidad que es realmente quitarse la mordaza perder el miedo y reconocerse.

Amor a primera vista

De pronto me miras Me atraviesas Me das Un instante Un golpe Una confesión Me miras Te desnudas Me desarmas Con esa mirada Clara Penetrante Monosílaba. De pronto me miras Y yo Que tenía reservado El rearme La guerra fría La táctica de repliegue Me quedo Tan crucificada y dulce Como si la luz Pudiera rebanar Las capas de acero De mi alma prudente.

Happy hour

Hay que estar alegre y dicharachero, optimista y risueño porque cualquier personalidad oscura supone un incordio. Yo creía, y aún lo creo que uno nace alegre o meditabundo, es decir, uno nace con propensión a la alegría o a la timidez. Se nota perfectamente cuando un bebé, por ejemplo, llega a casa. Su forma de llorar, su intensidad, sus silencios, todo indica un carácter innato en ciernes. Es verdad que la experiencia lo moldea pero no lo crea. Es después, con posterioridad a ese reparto natural de personalidades cuando a uno le ponen en terapia para ayudarle a gestionar su turbio armazón. Pero siendo, como soy, defensora de la psicología como herramienta de ayuda, considero que los esfuerzos dialécticos que la acompañan ayudarán, a lo sumo, a "aceptar" que uno no es un optimista antropológico (no parecerme a Zapatero me parece un cumplido) sino un alegre intermitente, un alegre mestizo que, en ocasiones, deviene mohino y poeta. Los esfuerzos terapeúticos nunca podrán hacert

Mi pradera gris asfáltica

No poseo el ancestral regalo de un verde horizonte o de un horizonte azul centelleante. Mi imaginario está lleno, en cambio, de autobuses comunes plagados de mujeres lectoras con sus bolsas del almuerzo, funcionarias, jóvenes administrativas, señoras de la limpieza de mediana edad y alguna abuela que acude a su puesto de auxilio familiar. Siempre hay dos o tres hombres para testimoniar que trabajan tan insultantemente cerca del trabajo que no merece la pena sacar el coche. Hay mujercitas españolas pero también rotundas caribeñas con sombrero. Las damitas van bien coloreadas con sus bolsos y complementos, con sus ediciones de bolsillo, con sus bolsas de papel con el tupper y una rebequita por si, a causa del a/a, refresca. En mi paisaje interior no hay, por ende, henares ni eras. Están, en cambio los jardines del BBVA, de la Casa de América, de la Biblioteca Nacional y el Hotel Villamagana. A mí, más que a Tita Cervera debería doler la tala de los árboles del Paseo del Padro, pues es es

Una parte de tí

En ocasiones descubres en el rincón más inesperado una parte de ti dormida. La miras, no desde fuera como un fantasma sino escrupulosamente metida en sus zapatos viendo por sus ojos, gozando con sus saltos y sigues bailando feliz con ella feliz ante el reencuentro, sorprendida por la verborrea incesante y jovial de aquella mujer valiente y viva. Incapaz de ceder a la equidistancia la acompaño a casa casi amaneciendo -Duerme a mi lado- le digo, hay sitio de sobra.

Reflexiones en el 14

Recién inicio un periodo de crisis generacional todos (profesionales, madres y consejeros varios) insisten: hay que ser adulta y RE-LA-TI-VI-ZAR. Hay que ACEPTAR y cejar en el empeño de RE-BE-LAR-SE. Añaden "Esto es lo que tienes", "No queda otra", HAY-QUE-TIRAR-PA-LAN-TE. Cuando ya he mesurado la dimensión de mi propio drama personal y lo relativizo, comienzo a reflexionar sobre la naturaleza de la terapia propuesta. Deduzco que la batalla no tenía como premio la victoria, sino la supervivencia, que el problema lo generan las altas expectativas y no las pobres realidades. Hay, sin duda, una medida existencial en el asunto, una sentencia casi animal por permanecer sin condiciones. Como una ley natural que se impone a todo lo demás. Sobrevive el que gestiona la realidad y doblega el dolor y la frustración y con ello triunfa. El otro, el idealista, tiene un problema de falta de aceptación y acaba bien jodido o reseteado. Aceptar no es resignarse, apuntan. Menos mal, p

Bienvenidos al exilio

" Exilio": Separación de una persona de la tierra en que vive Existe el tópico comunmente aceptado sobre el dolor del exilio. No cabe duda de que puede resultar doloroso abandonar el país que uno ama. Pero no siempre. El mundo está lleno de gentes que se separan gozosamente del lugar en que viven porque se puede ser feliz en cualquier parte (o en ninguna). Pero también puede uno separarse sin irse del todo, tomando, como dice Victor Pérez Diáz ese hábito de la distancia que otorga a uno la capacidad de ver las cosas con templanza, desafección y espíritu crítico. Hace varios años que vengo sintiendo una especie de exilio interior, una suerte de extrañación ante este país nuestro, no incluyéndome en sus mayorías de uno y otro signo y anhelando paraísos pasados (tiempos de agora) o futuros, en que la ciudadanía fuera un lugar enriquecedor y apasionante y no, como percibo, un territorio sectario y manido que me aburre mortalmente. Por otra parte, las reuniones en torno al vino, l