Origami

Estar a solas y preguntarse si
escogimos los pliegues o fue
como dejarse llevar.

Descubrir las curvadas aristas.
Ir y venir. Doblarse.
Una y otra vez.
Al dictado de una fuerza centrípeta
un factor de retención
un anclaje.
Y al tiempo, a una idea voladora
-un com-pás- que viaja hacia fuera
y por lo alto.

Conmigo, en mí, ambas fuerzas.
Papiroflexia en diálogo.
Ir y venir. Doblarse.

Hojas plegadas entre fuerzas contrincantes
garzas volando,
molinillos, cometas y un poso de dureza
para decir, de tanto en tanto,
basta.
Basta.

La libertad para decir,
yo fui doblando las esquinas.
Yo sola.
Porque eso hacemos los poetas sin oficio.
Doblarse, una y otra vez,
como un origami.

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